
“EL MANDO A DISTANCIA”
Cuando en clase se hablaba de algo interesante, todos querían dar su opinión, todos levantaban la mano y muchos no esperaban su turno para hacerlo, a pesar de que las Seño siempre les recordaba que debían levantar la mano y esperar, así como guardar silencio y escuchar a los compañeros que estaban hablando en ese momento.
Una noche la Seño tuvo un sueño en el que los niños y niñas no respetaban a quien estaba hablando, interrumpiendo y charlando como solía ocurrir en las clases. En ese sueño -la Seño- tenía un mando a distancia con el que podía bajar el volumen a esos niños tan poco respetuosos con los demás. El mando funcionaba igual que los que tenemos en nuestra casa para la televisión, la radio, o cualquier otro aparato de sonido. En ese sueño, la maestra se sentía muy feliz al ver la cara de sorpresa de sus alumnos cuando -aquellos que no respetaban a los compañeros- movían sus bocas, pero no se les oía nada de lo que decían. Sólo en el momento en el que les llegaba el turno, la Seño volvía a coger el mando y les subía el volumen para que pudieran contar lo que iban a decir, de tal forma que -si volvían a hablar cuando no les tocaba- les volvía a bajar el volumen.
A la mañana siguiente -la Seño- iba pensando en lo tonto que había sido el sueño que había tenido esa misma noche, pero al llegar al colegio encontró un mando a distancia sobre su mesa. Tenía un color brillante, como el de los objetos nuevos y sin estrenar y en el que sólo había dos botones: uno para subir el volumen y otro para bajarlo. ¡No podía creer lo que tenía delante de sus ojos! Así que se los frotó, pero al volver a abrirlos… ¡Ahí seguía el mando frente a ella!
Con mucho cuidado lo cogió, sin que de su rostro se desdibujara el asombro del tal descubrimiento, y pensó: -Esto no puede ser verdad, ¿cómo va a ser posible que haya soñado algo así y se haga realidad? ¡Seguro que todavía estoy soñando y aún no me he despertado!- Entonces se dio un pequeño pellizco en el brazo para comprobar si realmente estaba despierta y se frotó a continuación al darse cuenta de que el pellizco le dolió de verdad.
Aprovechando que sus alumnos aún no habían llegado, guardó el pequeño mando en su bolsillo y decidió que no perdería nada en comprobar si funcionaba como ella había soñado. Aquel día la Seño contó que cualquiera podía sufrir un accidente y les explicó cómo protegernos para evitarlos. Aquello hizo que todos quisieran hablar sobre el accidente que les había ocurrido alguna vez y varios -al igual que en otras ocasiones- volvieron a saltarse el turno de palabra. Pero ese día la Seño, con un extraño mando, les fue bajando el volumen a los que no respetaron el turno de palabra, de forma que todos pudieron contar su historia y escuchar a los otros.
Seguramente pensaréis que esto es un cuento, que en la realidad lo que soñó la maestra no puede ocurrir y que ese magnífico mando a distancia no puede existir, pero no,… porque ese mando sí existe y lo tenemos todos, pero no de esa forma ni con esos botones. Lo tenemos en nuestra cabeza y consiste en no oír e ignorar a las personas que no nos respetan cuando nos toca hablar. Y lo mejor es que ese mando funciona, porque a todos nos gusta que nos escuchen y no nos ignoren. Así que ya sabéis: “tenéis un estupendo mando a distancia para enseñar a los abusones a respetaros”.
Me encanta el cuento, es muy "educativo" (por así decirlo), tiene un mensaje muy claro y directo que creo que todos podemos entender con facilidad, por eso me gusta.
ResponderEliminarAsí que ya sabeis, si alguna vez hay alguien que no respeta vuestro turno de palabra, o el de cualquiera, bajadle el volumen con el mando (que en nuestro caso es la cabeza) y todo solucionado, y si vosotros mismos no respetais el turno de palabra...¡¡¡respetadlo por favor!!!
Saluditos: CRIS
A mi me ha encantado el cuento, porque aunque no pase de verdad lo del mando es super chulo yo pienso igual que Cris.
ResponderEliminarYo tambien creo que esta muy chulo y que todos podemos aprendder algo de esto, que nuestra cabeza es el mejor arma que tenemos y que no tenemos porque hacer "infelices" a los demas por beneficio propio.
ResponderEliminar(Aunque realmente no sacamos nada bueno al criticar a los demas)
Yo creo que este cuento nos enseña a respetarnos y a ser mejres personas.(además seguro que Juanma desearia tener un mando como ese de vez en cuando).
ResponderEliminarEste cuento a mi me ha gustado por que me parece muy original el cuento, y muy educativo, por que nos enseña como bien ha dicho Marta, que nuestra mejor arma es la cabeza.
ResponderEliminar(yo creo que a todos lo profesores les gustaría de vez en cuando tener uno de esos)
Juanma ,tiene que ver en algo esto con el plan semanal.
ResponderEliminarEl objetivo era comentarlo y reflexionar sobre el mismo, como muy bien estáis haciendo.
EliminarMe encanta el cuento, todos podemos entenderlo con facilidad,el objetivo es muy claro...
ResponderEliminarGracias por colgarlo en:
http://6agaudem.blogspot.com/2012/02/cuentos-para-pensar.html#comment-form....
El cuento es chulisimo Juanma me ha encantado.
ResponderEliminarYo pienso igual que todos y todas por que el cuento esta muy chulo y muy educativo.
ResponderEliminarme ha gustado mucho el cuento, es muy divertido y muy claro.
ResponderEliminarElena
A mi este cuento me ha encantado, y tiene unos objetivos muy claros.
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